
La novela comienza cuando momentos antes de que empiece la pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Allan Karlsson decide que nada de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando plantados al alcalde y a la prensa local. Sin saber adonde ir, se encamina a la estación de autobuses. Allí, mientras espera la llegada del primer autobús, un joven le pide que vigile su maleta, el autobús llega antes de que el joven regrese y Allan se sube sin pensarlo dos veces, con la maleta ajena a rastras. Aún no sabe que el joven es un criminal sin escrúpulos, perteneciente a una banda "Never Again", y que la misteriosa maleta contiene cincuenta millones de coronas. Pero Allan Karlsson no es un abuelo centenario cualquiera... y en poco tiempo, tras una alocada aventura, pone todo el país patas arriba.
Jonasson urde una historia extremadamente audaz y compleja, capaz de sorprender constantemente al lector, utiliza dos esquemas narrativos, por un lado el presente: la huida de Allan y su búsqueda por parte de las autoridades y de los secuaces que quieren recuperar la maleta, con una sucesión de hechos, en los que a pesar de los acontecimientos narrados, se nos escapa la risa por las descripciones realizadas con gran comicidad , y por otro la vida pasada de Allan, desde su nacimiento hasta llegar al momento en el que cumple cien años, dotada con un tono irónico y jocoso nos va desgranando acontecimientos históricos de gran relevancia para la humanidad en los que, por una u otra causa, el protagonista Allan Karlsson se vio implicado a lo largo de sus cien años de existencia. Merece la pena leerla y contemplar nuestra historia desde el punto de vista de Allan Karlsson, un hombre apolítico que sabía construir una bomba atómica y que conoce a lo largo de su vida a Presidentes como Truman, Stalin o Mao.