LA LECTURA


La lectura es una de las actividades más gratificantes que conozco. Nos permite, sin salir de nuestra casa y sin movernos de nuestro sillón, visitar otras ciudades, conocer otras culturas, vivir aventuras, conocer mundos fantásticos, investigar crímenes, reir, llorar, estremecernos de miedo o de pasión, ahondar en los pensamientos de los protagonistas e incluso, en ocasiones, ver plasmado en palabras aquellos sentimientos que sentimos como propios y nunca supimos explicar. El escritor pinta, esculpe y compone con la palabra , llenándonos de gozo con la belleza de su obra.

jueves, 14 de noviembre de 2019

CUANDO ES INVIERNO EN EL MAR DEL NORTE de Leticia Sánche Ruiz



-Hola, papá. ¿Qué tal el paseo?
-He encontrado el cadáver de un hombre en la playa.
Este es el comienzo de la tercera novela de Leticia Sánchez cuyo  título toma del  verso   de Ángel González “Cuando es invierno en el mar del Norte
                                   Es verano en Valparaíso”.
Una novela que aúna  el más puro estilo de Agatha Christie con la narrativa detectivesca del S.XX.
El detonante de la historia es la aparición de un hombre en la playa de Santa Clara, podría ser un simple ahogamiento o un suicidio, pero no, es un asesinato, en  su corazón, como señalan hay un agujero.
La investigación se mueve en dos ámbitos diferenciados por el espacio, el tiempo, dos voces narrativas, los números que señalan los distintos capítulos y la música.
La localización coincide con una Isla real, ubicada en la Riviera Francesa , mientras que en este caso parece estar, luego espero que Leticia nos lo aclare en las Costas del mar del Norte, por el ambiente húmedo y frio que se describe.
Espacio uno: Aunque el cadáver apareció en la playa la trayectoria de las mareas sitúa  la muerte  de Antonio Trigo en la Isla d’Or, una isla privada visible desde la playa, en la que se encuentra una edificación que fue un hospital de apestados, un manicomio, un conservatorio, regentado por Uil Larfeuil, director, músico y luthier, y finalmente el hogar de los Larfeuil.
En esta ubicación se centra  la investigación que el Inspector Pambley y su ayudante Gloria realizan, ya que los miembros de la familia están reunidos por la muerte del Patriarca. Un ambiente cerrado, opresivo, una casa laberíntica, fría, aislada del mundo  y poco acogedora. Durante los interrogatorios afloran las locuras de algunos de los familiares, las tragedias, la infancia en ese inhóspito lugar, los miedos y los caracteres de los distintos miembros de la familia, que niegan conocer al asesinado. El narrador de este espacio es Guillermo Larfeuil, nieto del patriarca familiar.
Esta parte nos traslada a las novelas de Christie protagonizadas por Hércules Poirot, reunión de sospechosos, un policía que parece no enterarse de las cosas, un escenario único, un círculo cerrado entorno a los sospechosos.
Espacio dos: abierto, el pueblo con el barrio Maravillas donde vivía Antonio Trigo, el puerto, la zona de la playa con las grandes casonas de la gente más adinerada, el Bar de Amalia, donde acudía Antonio. La narradora es Dora, una periodista sin trabajo, que acaba de romper con su novio Matías y siente que el desplome de su vida sentimental empezó con la visita  a la casa de sus suegros, justo el día que  apareció el cuerpo de Antonio Trillo, esta casualidad hace que se sienta unida a él y decida investigar su muerte.
“Cuando nos obsesionamos con algo, todo gira a su alrededor y hace que lleguemos a ser capaces de ver los minúsculos cruces en forma de prodigiosas coincidencias” relata Dora.
Este entorno, su narración y su protagonista recuerdan más al género de  novela negra. Dora tiene un espectro más amplio para investigar.
Ambos espacios están separados tipográficamente y musicalmente, los capítulos en la Isla d’Or están encabezados o señalados con números romanos, más clásicos, sus miembros escuchan y viven la música clásica;  paralelamente los de Dora se numeran con arábigos, más actuales y la música que escucha es actual.
El tiempo también es distinto, aunque en los dos, los pensamientos y vivencias se mueven entre el pasado y el presente, el presente en la isla parece que se ha detenido y la acción transcurre en un solo día; mientras que en el ámbito de Dora, el pueblo de Antonio, la acción parece discurrir en un tiempo más dilatado, de días o incluso semanas.
La manera de conocer a Antonio Trigo es distinta, para la familia se ve como una amenaza, Dora, sin embargo, descubre su lado más humano.
Es una novela en la que el amor y el desamor van de la mano, tanto Dora como Antonio tienen un agujero en el corazón, una ficticio y otro real.
Una novela con un final sorprendente que seguro que os gustará. 
(Comentario de Elena Losa)